Esta cadena de pizzerías ya lleva mas de 10 años en tierra cruceña, tiene muchas sucursales, siendo la mas visitada la de la Avenida Monseñor Rivero, yo en lo personal por cuestiones de distancia compro estas pizzas en la sucursal del Barrio Hamacas.
Antes de que Capri inagure su primer local en la Av. Irala, la pizza era una comida relativamente cara en Santa Cruz, no habían mas de 2 o 3 locales donde comerla y siempre a un precio alto e iluminados por velas, no era la comida rápida a la que hoy estamos acostumbrados.
Los locales son limpios, ordenados, la atención es buena; la cocina a la vista es un gran detalle que habla muy bien de la limpieza con que se elabora la comida, el horno a la leña nunca deja de ser un espectáculo que le añade un extra; la comida no es nada del otro mundo pero en general es buena y variada, pudiendo también el cliente comer un pastas de diferentes tipos, en lo personal recomiendo la pizza de salamino piccante, la pizza calzone que es similar a una gran empanada hecha al horno y los gnochis; los precios son razonables para nuestra realidad y los ingredientes que usan (30 a 40 Bolivianos, 4 a 5.5 $us); si pides para llevar los envases no son los adecuados por el tipo de cartón.
Capri servía una pizza de excelentísima calidad, hoy, es una pizza común y corriente para gusto masivo que sirve simplemente para sacar de apuro una noche de hambre, pero que no deja de ser un lugar muy práctico para comer.
Antes de que Capri inagure su primer local en la Av. Irala, la pizza era una comida relativamente cara en Santa Cruz, no habían mas de 2 o 3 locales donde comerla y siempre a un precio alto e iluminados por velas, no era la comida rápida a la que hoy estamos acostumbrados.
Los locales son limpios, ordenados, la atención es buena; la cocina a la vista es un gran detalle que habla muy bien de la limpieza con que se elabora la comida, el horno a la leña nunca deja de ser un espectáculo que le añade un extra; la comida no es nada del otro mundo pero en general es buena y variada, pudiendo también el cliente comer un pastas de diferentes tipos, en lo personal recomiendo la pizza de salamino piccante, la pizza calzone que es similar a una gran empanada hecha al horno y los gnochis; los precios son razonables para nuestra realidad y los ingredientes que usan (30 a 40 Bolivianos, 4 a 5.5 $us); si pides para llevar los envases no son los adecuados por el tipo de cartón.
Capri servía una pizza de excelentísima calidad, hoy, es una pizza común y corriente para gusto masivo que sirve simplemente para sacar de apuro una noche de hambre, pero que no deja de ser un lugar muy práctico para comer.