El lugar es muy simple, con dos ambientes: interior y exterior, en el ambiente interno a pesar de ser un viernes a las 20:00 no habían encendido el acondicionador de aire y se presentaba muy sofocante cosa que cambio cuando fue llegando el primer cliente, en el ambiente externo en donde me senté no se podía converzar adecuadamente ya que el acondicionador de aire tipo ventana emitía mucho ruido al dar al patio; la atención de la mesera es buena; el lugar es limpio; los precios los considero demasiado altos para el nivel del local, una botella de coca cola light cuesta alrededor de 20 Bs (2.85 USD), un plato de pastas o carne gira alrededor de lo 50 a 70 Bs (7.15 a 10 USD), una pizza mediana ronda por los 40 Bs (5.7 USD), el vino spumante italiano cuesta alrededor de 120 Bs (17.15 USD) lo cual es muy razonable.
Repecto a la comida me lleve una gran sorpresa, el centro de la pizza estaba quemado; la masa seca y con sabor a carton; el plato de gnochis estaba demasiado cocido y parecía un pure de papas con tomate y cebolla; la carne con una salsa que no recuerdo su nombre pero que parecía chorellana estaba exageradamente dura, repleta de mondadientes y en tamaño insatisfactorio para el apetito; los ravioles con a salsa verde parecían tener el relleno pintado con un pincel y la cosa verde parecía una sopa instantanea de sobre con crema, el detalle raro del asunto es que no sirven pan con la comida, uno debe pedirlo como "extra" a un costo de 10 Bs. (1.42USD).
En conclusión, nunca en mi vida me había sentido tan triste luego de comer, la misma sensación que sufre una persona al ser asaltada, no recomiendo este lugar, si van, es bajo su propio riesgo. Aunque aclaro que la comida es algo subjetivo y probablemente la cocina no tuvo un buen día.