Uno de los mas tradicionales lugares de la Avenida Monseñor Rivero, con una variedad de café, té y diversos platos, Alexander es uno de los lugares mas frecuentados de el boulevard cruceño, cuenta también con una sucursal en la esquina de la plaza principal "24 de septiembre".Alexander tiene un cafe mediocre, buena variedad de te y una mala comida, altos precios y pésima atención, pero tiene esas pequeñas grandes diferencias que lo separan de los demás locales:
Un excelente ambiente, tomas de corriente cercanas a las mesas, internet inalámbrico, menú variado, buena climatización y sobre todo, esta abierto casi todo el día.
Entre los pocos platos rescatables están las quesadillas y la ensalada de frutas, aunque la "picaña" que sirve el local hermano Marea es bastante buena.
En resumen, un local en donde más importante es la tertulia que lo que se come, mala comida, pero buen lugar, tiene algo que atrae al público.
4 Degustaciones:
Mierda!!! y eso que todavía no mencionás a Kabbá!!! ese si que es un antro.
El tema de los cafés es extraño, la verdad quisiera algo así como un starbucks, donde tengás gran variedad de especies y aromas, calidad y ambiente agradable, pero tenés razón, el negocio es la tertulia.
Alexander es uno de mis locales favoritos en la Monseñor, me parece que los precios son demasiado altos con relación a la calidad de la comida, sin embargo, casi todo en el menú me encanta. La quesadilla se roba el show, me gusta más la de Alexander que la de muchos locales mexicanos que supuestamente deberían especializarse en ese tipo de platos.
Otro de mis peferidos en Alexander es el pie de manzana :P
Saludos!
y eso que no mencionas lo horrorosa que es "la novedad de comida light" que sirven, es un asco realmente es fea pero como dices para ir a chismear es el mejor lugar de la monseñor, pero despuej no se le rescata nada de verdad.
los nachos que sirven hieden tooooodo el lugar jejeje. parece uqe un futbolero haya llegado de un juego de verdad que es malo che
Bueno viejo, es el tipico problema de los pueblos grandes que se convierten en ciudades: todo lo que suena a extranjero es condenaado a ser un producto de lujo.
Los crepes, por ejemplo, aqui son considerado "comida fina" mientras que en Francia son ni mas ni menos que la tortilla de maíz para los mexicanos, es decir: comida de pobre.
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